lunes, 30 de septiembre de 2013

Cruz de Caballero para José María Faraldo


De una forma curiosamente paralela a lo que le sucede al bueno de Geralt de Rivia al final de Bautismo de fuego, cuando su valor es reconocido armándole caballero, José María Faraldo, traductor del personaje y de casi todos los libros de Andrzej Sapkowski, verá próximamente reconocida su labor con una distinción polaca.

En efecto, el 8 de octubre tendrá lugar en la embajada de Polonia en Madrid una ceremonia en la que el embajador Tomasz Arabski le impondrá la Cruz de Caballero de la Orden al Mérito de la República de Polonia por su contribución al conocimiento de este país en España. Una contribución a la que no es ajena, desde luego, su fenomenal traducción de Sapkowski; y yo diría que pudiera tratarse de la más significativa, sin que eso suponga minusvalorar su obra en el campo de la historiografía como investigador y profesor universitario.

Poco podíamos imaginar, cuando hace algo más de once años emprendimos la tarea de publicar en castellano la Saga de Geralt de Rivia, que llegaríamos tan lejos. A la sombra de la serie de Sapkowski han crecido unos sellos editoriales, Alamut y Bibliópolis, que reúnen más de doscientos títulos (de momento). Y el trabajo de Faraldo, un espontáneo de la traducción, ha sido justamente alabado por su sofisticación y minuciosidad al reconstruir en castellano los efectos de la prosa polaca de Sapkowski. Ya sólo lo decisivo de su traducción para la fama de este autor en España, dado que en la última década Sapkowski ha sido probablemente el escritor polaco más leído en nuestro país, justifica el reconocimiento del que será objeto.

Acerca del trabajo de Faraldo con Sapkowski se pueden encontrar muchos recursos online (artículos, entrevistas y críticas), pero recomiendo especialmente esta entrada de Artifex Plus donde se recoge su charla ante una clase de traducción.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Un anuncio muy importante


Uno de los riesgos más evidentes que acarrea dedicarse profesionalmente al mundo de la edición de ciencia-ficción y fantasía es la frustración. Es fácil desilusionarse cuando uno comienza a trabajar en algo que le apasiona y poco a poco va topándose con las limitaciones de sus perspectivas (limitaciones comerciales, desde luego; pero no únicamente). Todos tenemos en la cabeza ejemplos de editores que se han vuelto cínicos, amargos, poco honrados o las tres cosas a la vez. Y aunque por temperamento conservo en buena medida el caudal de apasionamiento con el que comencé (en un par de meses se cumplirán once años de mi primera edición profesional), y desde luego soy consciente de que he tenido más suerte comercial que muchos otros, comprendo muy bien las razones de quienes han tirado la toalla (moral o empresarial). No simpatizo con sus conclusiones cínicas, amargas o poco honradas, pero entiendo que con un carácter menos contumaz, o menos suerte comercial, podría haberme visto en su misma tesitura.

Este blog, en sus tres años y medio de existencia, ha sido con frecuencia testigo de mis reflexiones a menudo crudas sobre las dificultades para llevar adelante un proyecto editorial, lo que valía en parte como desahogo, en parte como aviso para navegantes, y en parte como constatación de las realidades de la empresa. Pero aceptar los límites para la actuación en un campo, aunque necesario, no es suficiente para evitar la amenaza de la frustración. Hace falta pasar a la acción para traspasar esos límites o, si uno tiene inclinaciones menos aventureras, aumentar la eficacia de trabajar dentro de ellos. Pues bien, tengo que anunciar que en las últimas semanas hemos dado un paso muy importante en esta dirección: el 1 de septiembre hemos comprado la librería online Cyberdark.

Los viejos fans recordarán que Cyberdark comenzó como un foro de discusión que aglutinó la entrada de sangre nueva en el fandom hará cerca de quince años, y que generó un nivel de actividad y entusiasmo espectacular. Con el mismo nombre y gestionada por la misma persona, David Fernández, empezó a funcionar hace una década la librería online, y no tardó en convertirse en el referente de habla hispana para la compra de títulos de ciencia-ficción y fantasía por internet. Como editor de algunos de los libros más vendidos del periodo, he contado con datos de primera mano que constatan la impresionante cuota de mercado lograda por Cyberdark, y durante mucho tiempo admiré desde la distancia la combinación de eficacia, savoir faire y persistencia que lograron el pequeño milagro.

Hace unos meses surgió la posibilidad de comprar la librería, y no necesité pensármelo mucho para decidir que me interesaba. Como editor, Cyberdark me ofrece la evidente ventaja de disponer de un acceso directo al mercado para mi producción. Más genéricamente, como actor del mundo del fantástico, contar con una librería que ofrece un catálogo extenso me permite diversificar el riesgo y acrecienta mis posibilidades de supervivencia, al hacerme beneficiario también en alguna medida de los éxitos de mi competencia. Y una bonita constante del fantástico (al menos en la última década) es que casi todo el tiempo se está vendiendo muy bien algún éxito de algún editor.

¿Qué pueden esperar los clientes habituales de Cyberdark bajo la nueva dirección? Si hacemos bien las cosas, no deberían notar prácticamente ningún cambio: hemos comprado un negocio que funciona, somos conscientes de cómo funciona, y queremos que siga funcionando como hasta ahora o mejor. De hecho, David Fernández seguirá pero entre bambalinas, aportando asesoría técnica. Es improbable que, sobre todo al principio, consigamos igualar el nivel de eficacia de David, verdaderamente impresionante, por lo que me disculpo de antemano; pero también es posible que podamos aportar nuestros propios puntos fuertes. Confiamos en convencer a los clientes de Cyberdark con la práctica cotidiana de que podemos ofrecer todo lo que recibían hasta ahora, más algunas ventajas adicionales.

¿Y qué pueden esperar los lectores de Bibliópolis y Alamut que añada a su experiencia Cyberdark? Para empezar, Cyberdark se convierte, necesariamente, en el punto de venta mejor surtido e informado sobre nuestro fondo y novedades: viene a ser como nuestra caseta en la Feria del Libro de Madrid, pero abierta todo el año. Con el aliciente de que dispone de un 5% de descuento permanente, y los envíos peninsulares son gratuitos a partir de un pedido mínimo. Además, pronto empezaremos a aprovechar las ventajas de la plataforma para hacer interesantes ofertas de nuestros títulos, incluyendo suscripciones como las que se han propuesto con éxito en este mismo blog.

Al hacernos cargo de Cyberdark, pues, nos dotamos por un lado de un medio que creo decisivo para la continuidad de la operación de Bibliópolis y Alamut, y por otro contribuimos a mantener la existencia de un punto de venta icónico en el mundo del fantástico hispano, cuya desaparición o transformación habría dejado desabastecidos a muchísimos lectores, particularmente de las zonas menos provistas de librerías.

Y no me confundo: para que el nuevo Cyberdark (sustancialmente el mismo que el viejo) tenga éxito, deberemos dejarnos la piel trabajando como libreros, y no sólo como editores. Creo que hablo no sólo por mí, sino también por mis colaboradores, cuando digo que estamos dispuestísimos a hacerlo, y esperamos que nos deis la oportunidad de demostrarlo. Ponednos a prueba: no saldréis decepcionados.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Reseña de Adiós a la Tierra, de Isaac Asimov

Os traigo una reseña de nuestro inédito de Isaac Asimov, Adiós a la Tierra:

Fabulantes

De ella destaco el siguiente párrafo: "Los quince relatos contenidos poseen una temática variada pero siempre dentro de los cánones más propios de Asimov. Para una mayor comodidad crítica, los hemos aglutinado en tres categorías. En primer lugar consideraremos aquéllos dedicados a la conciencia, la inteligencia o la evolución de los robots a partir del desarrollo o los límites de los cerebros positrónicos: "Cal", "De izquierda a derecha", "Frustración", "Alexander el Dios", "Intolerancia a las faltas", "El hermanito" y "La sonrisa del chipper". En segundo lugar, aquéllos dedicados a la exploración planetaria y a la necesidad de una raza humana superviviente lejos de la Tierra: "Alucinación", "En el cañón", "Adiós a la Tierra", "Himno de batalla", "Feghoot y los tribunales" y "Las naciones en el espacio". Y finalmente una tercera, donde el oficio de escritor y la literatura ejercen en cierto sentido de referencia: en ella entrarían, de nuevo, "Cal" e "Intolerancia a las faltas", y en donde reina, sin duda alguna por encima de todos ellos, el relato que cierra el libro: "Oro".

En esta entrada de Artifex Plus encontraréis la presentación que hice de este título, y en esta otra mi respuesta años antes a una pregunta sobre el tema: así se ve que vamos lentos, pero llegamos.

Alamut ha publicado además estos otros títulos de Asimov: Trilogía de Fundación, Trilogía del Imperio, Relatos completos 1, Relatos completos 2, El robot completo, Bóvedas de acero/El sol desnudo, Lucky Starr 1 y Lucky Starr 2.


lunes, 9 de septiembre de 2013

Reseña de Mundos en el abismo, de Juan Miguel Aguilera y Javier Redal

Se ha publicado la siguiente reseña de Mundos en el abismo, de Juan Miguel Aguilera y Javier Redal:

El Trasgu Probabilista

De ella destaco los siguientes párrafos: "Para un lector que no conozca la obra, las afirmaciones con que he comenzado esta reseña pueden parecer exageradas, pero no lo son cuando se analiza la obra en su contexto histórico. En 1988 una novela como ésta sin duda supuso una revolución en el panorama de la ciencia-ficción española, pues hasta ese momento no se había escrito nada igual, capaz de alcanzar el nivel de las grandes obras de la ciencia-ficción anglosajona de entonces. Con el añadido de que a pesar de que los autores se inspiraron parcialmente en esta última (especialmente en Larry Niven y Jerry Pournelle), tiene una voz propia con algunas de las características específicas de la ciencia-ficción española tal y como la han caracterizado algunos académicos como Fernando Ángel Moreno. Pero no es sólo una buena novela para los estándares de entonces, sino que continúa siendo una historia que puede atrapar con la misma fuerza a los lectores de las nuevas generaciones. Y es que el estilo de Aguilera y Redal es muy potente, y son capaces de crear una auténtica sensación del sentido de la maravilla, a la vez que el lector se ve inmerso en una aventura fascinante y trepidante desde las primeras páginas hasta el final.

Pero Mundos en el abismo es más que eso. Realmente sí que es una obra destacable en el panorama internacional de la ciencia-ficción porque en ella se encuentran presentes elementos muy propios de la ciencia-ficción del siglo XXI, sobre todo en los autores británicos. Y es que Aguilera y Redal son capaces de efectuar una combinación del space opera aventurero con los elementos hard. Pero además de esta innovación narrativa, que aunque es cierto que no era del todo novedosa sí que lo fue la forma en que Aguilera y Redal lo hicieron, también tenemos uno de los mejores ejemplos de ciencia-ficción transhumanista. A este respecto el lector ha de tener en cuenta que los autores beben de las fuentes originales, y desde luego podemos encontrar el rastro de las obras de John Bernal y Freeman Dyson sobre el tema, con el aliciente de que llevan a las últimas consecuencias algunas de las reflexiones de estos autores."

En esta entrada de Artifex Plus podéis encontrar la presentación que hice de este título.


jueves, 5 de septiembre de 2013

Nueva reseña de El leopardo y la montaña, de Wallace Breem

Tenemos una nueva reseña de El leopardo y la montaña, de Wallace Breem:

El Olor de los Libros

Merece la pena citarla en toda su extensión:

No sé si llegará el editor Luis G. Prado a hacerse rico editando a Wallace Breem, pero dudo que pierda dinero. Me niego a creer que las novelas de este autor no tengan una buena venta. Y aunque no tuvieran ventas astronómicas, al menos a buen seguro notará un nutrido grupo de lectores muy agradecidos (y que me incluya entre sus fans).

Descubrí al autor en la maravillosa El águila en la nieve, novelón sobre la frontera germana durante la caída del imperio romano. El enviado de Roma fue... otra cosa. No estaba a la altura de la primera, pero tenía sus momentos y desde luego estaba muy bien escrita. Ahora nos trae El leopardo y la montaña, otro hermoso título para una novela importante.

Dejemos a los romanos (aunque oímos e leímos sus hestorias) y marchemos hasta Afganistán. Muchos kilómetros separan las regiones; muchos siglos también (los sucesos afganos transcurren en circa 1920) pero en algunos aspectos nada ha cambiado. Respecto al protagonista, tiende a ser un esforzado luchador contra su sino. Un elegante perdedor (incluso cuando "gana"); un hombre con una moral, propia, pero con cierta lógica interna (un soldado dispuesto a matar al enemigo pero sólo cuando se le declare en franca rebeldía).

Respecto a los otros personajes, conviene hacerse a una idea previa. Se trata de un puñado de tribus idénticas a nuestros ojos, con comportamientos que nos resultan intercambiables, con nombres a cada cual más desconocidos y con unos códigos en algunos casos premedievales. Pero convendría aclarar que aunque dichas diferencias se mantienen en gran medida en el Afganistán actual todas son tribus pastunes, la etnia mayoritaria afgana, y no debemos pensar en las otras etnias de las que nos han hablado tantas veces los noticieros, como los tayikos, uzbekos o hazaras.

Una novela crepuscular también, en el sentido que muestra la presencia británica en el Indostán en sus momentos finales. Pronto se declarará la independencia de la India, la creación de Pakistán y la desaparición de la Gran Bretaña como imperio. Resulta un tema recurrente en el autor, pero sin repetirse ni aburrirnos.

Aquí podéis encontrar una reseña anterior de este libro, y en esta entrada de Artifex Plus tenéis la presentación que le dediqué al anunciar su publicación.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Más fondos de escritorio

Manolo Ramos Fernández preguntó:

Ojalá publiquéis pronto los demás fondos de pantalla. ¡Gracias!

La verdad es que estaba esperando a que alguien los pidiera. Gracias a ti por hacerlo, y próximamente los ofreceré en este blog.

martes, 3 de septiembre de 2013

Habla el traductor: El ladrón cuántico, de Hannu Rajaniemi

Como recordaréis, en la sección sobre traducciones de Artifex Plus aparecieron las siguientes aportaciones de traductores de la casa:

Manuel de los Reyes habla de Sólo el acero (aquí)

Carlos Gardini habla de Shadowmarch. La frontera de las sombras (aquí)

Manuel de los Reyes habla de Trilogía de Fundación (aquí)

Carlos Pavón habla de Zendegi (aquí)

Esta entrada, aunque se incluye entre las etiquetas de dicha sección, no es exactamente una nueva entrega, sino simplemente un recordatorio de la aparición de un interesante artículo de Manuel de los Reyes sobre El ladrón cuántico en la revista La Linterna del Traductor:

El ladrón cuántico en La linterna del Traductor

Destaco a modo de acicate para su lectura el siguiente párrafo:

"En toda novela de temática fantástica es fácil distinguir tres capas o niveles lingüísticos que exigen distintas destrezas al traductor. La primera de estas capas comprendería los rasgos morfosintácticos inherentes a la lengua de partida del texto que se va a traducir: ortografía, gramática, signos de puntuación, cursivas, mayúsculas, etcétera. También las particularidades propias del estilo de cada autor (aliteraciones, coloquialismos, repeticiones...) encajarían en este primer nivel, que envuelve a todos los demás y presta cohesión al conjunto. La segunda capa tendría que ver con el lenguaje especializado de la novela, con todas aquellas palabras y expresiones fruto de la labor de documentación del autor: atuendos de época, lenguaje técnico, argot callejero, terminología científica... El lector de fantasía suele estar familiarizado (cuando no es un auténtico experto en la materia) con la nomenclatura de las armas medievales, por ejemplo, o de los elementos arquitectónicos de la época victoriana, o de los hábitos alimentarios en la América precolombina; y lo mismo ocurre con el lector medio de ciencia-ficción, en no pocas ocasiones aficionado a la informática, la biología o la astronáutica (cuando no directamente profesional en ejercicio de esas especialidades). Los escritores lo saben y dedican muchas horas a investigar y documentarse sobre los temas más peregrinos, y al traductor le tocará hacer lo propio para respetar ese esfuerzo y satisfacer las expectativas de los lectores más exigentes. La tercera y última capa, consustancial a los textos de índole fantástica, sería el fruto exclusivo de la fértil imaginación del autor, aquélla en la que confluyan seres, plantas, objetos y acciones sin equivalente fuera de la novela, en el mundo real. Aquí es donde se dan cita los hobbits de Tolkien, los primigenios de Lovecraft y los robots de Asimov; el nadsat de Burgess, el soma de Huxley y los morlocks de Wells; el quidditch de Harry Potter, las rastrevíspulas de Los juegos del hambre y los huargos de Juego de tronos; cenobitas, replicantes, midiclorianos; mecha, eidolón, kriptonita... La mente del ser humano es una auténtica fábrica de maravillas."


lunes, 2 de septiembre de 2013

Nueva reseña de Accelerando, de Charles Stross

Ha aparecido una nueva reseña de Accelerando, de Charles Stross:

El Almohadón de Plumas

De ella destaco estos párrafos: "Nos consta que las novelas de ciencia-ficción dura pueden ser un auténtico muermo, pero en todo caso no por la falta de virtudes propiamente literarias sino por la escasez o la pobreza de las especulaciones que ofrece al lector. Con Accelerando no van a tener ustedes ese problema porque en cada página, casi diría que en cada párrafo, van a ser testigos de tal desfile de ideas heterodoxas y especulación tecnológica avanzada que no les van a hacer falta alucinógenos para flipar. No lo decimos nosotros, lo dice Cory Doctorow.

También es cierto, y se critica a menudo, que la ciencia-ficción dura fue muchas veces vehículo de ideologías militaristas, imperialistas y uber-capitalistas, o, cuanto menos, de un cierto optimismo cientifista no respaldado por la realidad empírica. Respecto a este punto, Accelerando se muestra un tanto ambigua ya que, aunque en una lectura superficial pueda hacernos pensar que lo que nos muestra es una utopía tecnológica al uso (una en la que los seres humanos alcanzan la divinidad gracias al uploading y el Sistema Solar en su conjunto es transformado en una computadora gigante), las intenciones del autor son muy distintas y, en realidad, el brillante escenario futurista no es más que el decorado swiftiano en el que se escenifica una elaborada sátira. ¿Una sátira sobre qué?".

Podéis encontrar cinco reseñas anteriores de Accelerando aquí, aquí, aquí, aquí y aquí, y en esta otra entrada podéis leer la presentación que le dediqué en Artifex Plus.